Seguimos con las recetas tradicionales. Esta vez unas sencillas y ricas rosquillas.
En mi pueblo se toman en Semana Santa acompañadas de un zurracapote. Para quien no tenga ni idea de qué es eso, el zurracapote o zurra es una bebida alcohólica que se prepara con vino tinto o clarete, azúcar, canela y naranjas y limones. Se deja todo macerando durante al menos quince días y se embotella. Buenísimo y peligrosísimo. ¡¡No veáis cómo entra!!
Esta es una de las primeras recetas que aprendí a preparar. Me la enseñó la madre de una amiga y desde entonces no he parado de hacerla. Esta vez, para unos profesores polacos y sus alumnos que están de intercambio por esta zona.
ROSQUILLAS
Ingredientes:
- 3 huevos
- 200 gr de azúcar
- 50 ml de zumo de limón
- Corteza rallada de medio limón
- 50 ml de anís
- 100 ml de aceite de oliva
- 600 grs aproximadamente de harina
- 1 sobre de impulsor
- 1 cucharadita de bicarbonato (opcional)
Elaboración:
- Batir los huevos como para tortilla.
- Añadir el azúcar y mezclar bien.
- Añadir el zumo y corteza de limón, el anís y el aceite y mezclar.
- Incorporar la harina mezclada con el impulsor poco a poco hasta formar una masa no muy dura. No conviene mezclar mucho. Cuanto menos se trabaje, mejor y más blandas quedan las rosquillas.
- Tapar la masa y dejar reposar a temperatura ambiente una hora.
- Formar pequeñas bolas con la masa con las manos untadas en aceite.
- Colocar una bola encima de otra, hacer un agujero en el medio y abrir un poco.
- Freír en abundante aceite y rebozar en azúcar.
Como veis, una receta muy sencilla de hacer y, si hay niños en la familia, una forma de entretenerlos.
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