Hacer pan en casa es una de las tareas más gratificantes que conozco. Si tienes un mal día, amasa pan y ya verás como todo el estrés desaparece. Además, es un buen ejercicio para mantener unos brazos bien musculados 😂😂😂.
Pero también es cierto que no es tan fácil como parece o, al menos, no es tan fácil conseguir un buen pan con una miga alveolada y una corteza crujiente. Obtener un pan como este me ha costado un par de intentos y, aunque los otros panes estaban muy buenos de sabor y textura, no tenían esa "oreja" perfecta. Pero ya se sabe, la práctica hace al maestro.
Este pan está elaborado sin levadura, solo con masa madre que guardo desde hace unos cuantos años y que preparé con el agua resultante de fermentar unos racimos de uva. Cuando no la voy a usar, la congelo y cuando me da otra vez la temporada panarra, la descongelo y la "resucito".
Para elaborar masa madre solo se necesita agua y harina. Bueno, y paciencia para dejar que la madre naturaleza haga su magia. Se tardan unos cinco días en tener una masa madre activa y lista para hacer pan, pero el proceso es tan simple como mezclar agua y harina (unos 25 g de agua y 50 g de harina) en un bote de cristal con tapa y dejar reposar a temperatura ambiente 24 horas. Al día siguiente la alimentas mezclando la masa previa con otros 25 g de agua y 50g de harina. Así día tras día hasta que veas que la masa crece (de ahí el bote de cristal) hasta doblar o triplicar el tamaño. Eso es todo. Ya puedes hacer pan sin levadura.
PAN DE MASA MADRE
Ingredientes:
- 600 g de harina de fuerza (la mía, de Mercadona)
- 400 g de agua
- 200 g de masa madre bien activa
- 15 g de sal
Elaboración:
- Amasar bien los ingredientes en un bol hasta que se forme una masa.
- Echar a la mesa y darle duro hasta que la masa se vea brillante y elástica. Un truco es amasar cinco minutos y dejar reposar durante 10. El reposo amasa, que decía mi profesor.
- Poner la masa en un bol aceitado y tapar.
- Cada medía hora, plegar la masa sobre sí misma para darle tensión. Hacerlo unas tres o cuatro veces.
- Dejar reposar una hora y hora y media.
- Enharinar la superficie donde vayamos a trabajar y echar la masa con cuidado para que no pierda aire.
- Extenderla en un rectángulo con cuidado, tratándola con cariño 😉.
- Hacer un rollo con ella como si fuera un brazo de gitano.
- Enrollarla en sentido contrario y formar el batard (se llama así a los panes con esa forma ovalada).
- Poner en un cesto cubierto con un paño bien enharinado, tapar con un plástico y dejar media hora a temperatura ambiente. Después, meter al frigorífico toda la noche.
- A la mañana siguiente, calentar el horno a 250º con una cazuela de Pirex dentro.
- Cuando se caliente, sacar la cazuela, meter el pan con cuidado, hacer la greña, tapar y al horno rapidito.
- Hornear durante 20 minutos tapado.
- Transcurrido ese tiempo, quitar la tapa, bajar la temperatura a 180/190º y dejar otros 20 minutos.
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