Esta vez las he modificado para que sean veganas. Tarea fácil, la verdad. He sustituido la mantequilla por margarina vegetal y el huevo por un nuevo ingrediente que he descubierto gracias a un libro de repostería vegana que me regaló mi hija: aquaflaxa. La aquaflaxa se obtiene cociendo 50 g de semillas de lino dorado en 500 ml de agua durante unos 5 minutos. Se cuela rápidamente en caliente y se guarda en un bote de cristal. Dura una semana.
Como resultado de cocer las semillas, tenemos un mucílago que se parece en textura de la clara de huevo y que funciona como la misma. Cada huevo equivale a 50 g de este semilíquido.
- 100 g de aquaflaxa (o dos huevos medianos si no las quieres veganas)
- 100 g de azúcar
- Un chorrito de vainilla
- 250 g de chocolate negro de fundir
- 55 g de margarina vegetal (o mantequilla)
- 210 g de harina de repostería
- 1 cucharada de impulsor
- Un pellizco de sal
- Batir la aquaflaxa (o huevos) con el azúcar hasta que monte.
- Añadir la vainilla.
- Fundir el chocolate con la margarina.
- Añadir a la aquaflaxa.
- Cernir la harina con el impulsor y la sal y añadir a lo anterior mientras continuamos batiendo.
- Obtendremos una masa no muy dura que pondremos en un bol, taparemos y guardaremos en el frigorífico durante una hora.
- Sacamos y hacemos bolas de unos 25 g. Las envolvemos bien en azúcar glas y las colocamos separadas en una bandeja forrada con papel de horno.
- Encendemos el horno a 180º y cuando esté caliente, las metemos durante 10 minutos.
- Sacamos la bandeja y dejamos que las galletas se enfríen un poco antes de ponerlas en una rejilla.